Niño con mascara, que teme a la luz, pequeño con piel de luna y mirada de estrellas.
Temes sonreír porque nunca lo has intentado, no quieres llorar porque las lágrimas te han inundado.
Niño que vive que de nada y con todo, piel desnuda de escaso sentir.
     Vives sin morir, pero tienes miedo de existir .
Y aprendes, mi ser, que también se desaparece al respirar, que el aire se puede agotar, sin embargo aquí sigues, respirando.
Entonces, el miedo ya no es temor sino una palabra que el viento se lleva y puedes caer, puedes fallar, te puedes levantar…
     Pero cuantos habrá con tus ideas cercanas, cuantos niños sin certeza con cúmulos de tristeza, niños que no lloran por miedo al temor.
Niños sombra, siempre bajo el tiempo de minutos crueles, que se transforman en años con la forma de la inexistencia.
Niños lejanos que desean amar, pero no dejan que su piel de luna se erice con la briza lejana, de una promesa al llegar…
    Mi niño, vuelve a llorar, vuelve a reír, transforma el ocaso de un mundo en la ocasión de vivir.
Que todos temen sufrir y sufren al temer.
Que puedes gritar mi niño, grita que puedes existir…existir sin miedo a VIVIR.

La Sombra de Temer – (via danielac1world)

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